Arte, historia y emoción
Carlos Garrido organizó itinerarios nocturnos en el cementerio de Palma entre los años 2011 y 2021.
El cementerio de Palma abría sus puertas de noche. Y nos hablaba, al mismo tiempo, de la historia de la ciudad y del paso inexorable del tiempo.
El cementerio aparecía especialmente iluminado. Una enigmática mujer, de ropas negras y largas, la psicopompa, conducía al público entre las tumbas, ayudada de una antorcha.
En cada una de las paradas, Carlos Garrido explicaba historias relacionadas con el recinto, muchas veces desconocidas y siempre cargadas de una gran fuerza poética.
Durante el itinerario, se visitaron esculturas de autores de renombre, como Juan Grauches, Miquel Arcas y Tomàs Vila. Además, se repasaron acontecimientos históricos, como el fusilamiento de prisioneros republicanos.
El cementerio se convirtió así en un espacio único para reflexionar sobre el paso de las generaciones, la vida y la muerte.
A lo largo de su andadura, diferentes actores protagonizaron el espectáculo: Xim Vidal, Enric Garcia, Laura Dalmau, Carme Serna y Josep Mercadal. La psicopompa fue representada en la mayor parte de las ocasiones por Laura Dalmau, aunque también interpretaron el papel Clara Ingold, Aina Zuazaga, Marta Cabrero y (en este caso fue un psicopompo) Ivo Erasmo.
La música corrió a cargo de Antoni Miranda, Pep Toni Brotons y Mariona Forteza.
(Fotos: Martí Sastre)