Carlos Garrido homenajea a Georges Brassens con su espectáculo ‘Se dicen tacos’. Veinte temas versionados y traducidos, a su manera. Adaptados al lenguaje de hoy en día pero sin perder su espíritu. Una evocación al cantante de Sète.
Un formato, en palabras del crítico literario y musical Nadal Suau, “precioso y cachondo”, que ha recalado en los escenarios del Círcol Maldà, el Espai Mallorca (ambos en Barcelona), el auditorio de la Fundació Bartomeu March y el Teatre Sans (estos dos últimos en Palma), entre otros muchos lugares.
“La propuesta musical de Garrido funciona porque en ella hay pasión y autenticidad. Y ganas de compartir una visión muy sana del mundo”, prosigue Nadal Suau.
“Brassens es un cantautor que disfruta del vino y la amistad; que nos invita a tener en cuenta las cosas importantes, olvidándonos de la codicia. Con Brassens ríes y tal vez lloras evocando a los amigos que nos han dejado; te burlas de la injusticia. El amor sigue mereciendo ese nombre, y a la muerte se la mira con serenidad. Es un antídoto contra toda la tontería que nos toca vivir.
“Cantado por Garrido, Brassens tiene una curiosa deriva gamberra. Las traducciones de Garrido son demencialmente atrevidas, llenas de decisiones arrabaleras, populacheras; o al revés, sutiles y deliciosamente vintage. Se dicen tacos es un espectáculo valiente, muy teatral, en el que Garrido alterna canciones y narración, contándonos la vida de Brassens y, de fondo, también la suya”.